lunes, 23 de febrero de 2009

Es muy fácil decir "yo te escucho" "yo te apoyo" "conta conmigo para lo que sea"; siempre y cuando lo que contemos sea una estupidez que con dos palabritas y risas se soluciona. ¿Qué pasa cuando lo que contamos es más díficil de tratar?¿ Y sí para el que lo cuenta no es tan grave y el otro lo toma como un sacrilegio por poco? Es así como se crean las mentiras, como se ocultan ciertas cosas; porque cuando tratás de compartirlo con alguien que pensás que te entiende en realidad es una frase más. Hay cosas tan propias que al contarlas te sentis vulnerable a la palabra ajena, al juicio que puedan hacer sobre lo revelado.
Por algún lado esos secretos y revelaciones tienen que salir, por eso escribo, para poder ser yo misma sin mentiras, sin caretas en el pensamiento. Soy yo y mis escritos.